Se ha elegido esta fecha con motivo del nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante en un Hospital Público. Los trasplantes de órganos se constituyen como un recurso terapéutico (a veces el único) de enfermedades terminales de órganos como corazón, pulmón, hígado, intestino, páncreas y riñón.
El desarrollo de un Programa de Trasplante en un país depende del número de donantes fallecidos; mientras que otro capítulo que contribuye a la obtención de órganos y tejidos son los donantes vivos. De ellos pueden obtenerse: riñón, hígado y células progenitoras hematopoyéticas (para el antes denominado trasplante de médula ósea).
Desde el Observatorio Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) de España han referido que para lograr la autosuficiencia (pacientes que ingresan a lista de espera y egresan trasplantados) se debería quintuplicar el número de donantes y por tanto de trasplantes. En este sentido, el mes de mayo es una oportunidad para estimular la conciencia sobre el valor de la donación de órganos y tejidos para trasplante y reflexionar acerca de un problema de salud que afecta a miles de ciudadanos en nuestro país.
La realización de cada trasplante es posible gracias a la participación de la sociedad representada en el acto de donar, a la intervención de los/las profesionales de la salud de los establecimientos hospitalarios de todo el país y al trabajo de los organismos provinciales de procuración pertenecientes al sistema sanitario argentino.
Donar órganos y tejidos puede salvar y mejorar la vida de personas que lo necesiten.
Donar es dar vida. Donar nos une.