En el mundo, uno de cada diez niños/as nace antes de las 37 semanas de gestación (prematuros/as) y solo siete de cada diez niños/as nacidos/as prematuros superan los primeros 30 días de vida.
Para llevar un embarazo sin complicaciones y a buen término, es importante realizar los controles prenatales, puesto que, el parto antes de las 37 semanas de gestación conocido como parto prematuro se asocia a enfermedades prevenibles que se presentan durante el embarazo y que pueden ser tratadas y controladas si son detectadas de forma oportuna.
Un/a recién nacido/a prematuro/a tiene alto riesgo de presentar alguna secuela que afecte su desarrollo como ser infecciones respiratorias frecuentes, o cierto grado de discapacidad motora, cognitiva, auditiva o visual. No obstante, muchos/as bebés logran superarlos acompañados/as del amor de sus familias y de la atención de calidad de los/las profesionales de salud.
La práctica piel con piel, contribuye con el inicio y sostenimiento de la lactancia, favorece la estabilización de parámetros vitales como la frecuencia cardíaca y los niveles de glucemia y ayuda a la instalación de una microbiota saludable; aspectos de importancia tanto en el proceso de adaptación a la vida extrauterina luego del nacimiento como en el mediano y largo plazo. Además, ayuda a su relajación y al sueño profundo.
Siempre que la estabilidad clínica lo permita, el contacto piel a piel en bebés prematuros es fundamental para una experiencia saludable y sensible.